Entrevistamos a Mercedes Balcells-Camps
Entre 1996 y 1998 Mercedes Balcells-Camps estuvo en Aachen para hacer su tesis doctoral en la RWTH , la Rheinisch-Westfälische Technische Hochschule Aachen (Universidad de Ciencias Aplicadas de Aquisgrán). Disfrutó de una beca del DAAD en colaboración con Fundación Obra “La Caixa”. Ahora es la investigadora principal en el Instituto tecnológico de Massachusetts MIT. Queremos saber de ella , cuáles han sido sus claves de éxito, qué impacto tuvo la beca en su carrera profesional y a qué se dedica exactamente ahora.
Buenos días, Mercedes. Empezamos desde el principio. Para conseguir la beca del DAAD y de la Caixa, el proceso de selección tiene que haber sido muy duro. ¿Cuál fue tu percepción?
Fue durísimo. La verdad es que en aquel entonces para mí representó un esfuerzo tremendo tener que estudiar alemán. Hice seis cursos del Goethe Institut en tres años, en paralelo a estudiar mis estudios de ingeniería química. Luego, también, el proceso de solicitud para mí fue duro. Describir el proyecto era para mí también un desafío muy nuevo, sobre todo por escribir un proyecto de tesis a distancia sin conocer muy bien el laboratorio receptor.
Menos mal que hoy ya no hace falta un nivel muy alto de alemán para solicitar una beca del DAAD. ¿Qué recuerda exactamente de la entrevista?
Sé que me supuso un gran desafío cuando tenía que defender el proyecto de tesis. En paralelo había una persona del DAAD hablándome en alemán sobre qué me gusta hacer cuando no estoy estudiando. Fue realmente duro. Recuerdo esta sala de reuniones, con seis personas que a mí me parecían obviamente mucho más mayores que yo, y que de alguna manera me estaban examinando como en un examen oral de química, de ingeniería y de alemán en paralelo.
Pero al final conseguiste la beca. Supongo que allí en Alemania hubo entonces sorpresas. ¿Qué es diferente en el área de la investigación?
Vi un mundo completamente diferente en una universidad técnica donde había una especialidad que no existía en la mía; se llamaba Biomateriales. También vi que la manera de investigar en equipos es mucho más indisciplinar y mucho más en solitario que en el IQS, el Instituto Químico de Sarriá. Yo en Barcelona tenía un director de trabajo final de carrera que se ocupaba de mí, junto con, quizás, seis-ocho personas más. En cambio, en Alemania mi director de tesis era el director de tesis de hasta 50 personas más. Así que tuve que ser muy independiente.
De acuerdo. ¿En qué aspectos más creció personalmente a través de su estancia en Alemania?
En muchos aspectos. Personalmente, yo nunca había vivido fuera de casa y vivía con mi familia: soy la mayor de una familia numerosa de seis hermanos. Y luego Aachen fue muy diferente. Es una ciudad todavía pequeña, comparada con Barcelona, donde en el centro se va en bicicleta; y yo nunca había ido en bicicleta. Vivía en una residencia universitaria donde, en el piso, había 20 habitaciones y solamente éramos dos chicas. Así que, ser una minoría y ser una mujer extranjera, me hizo crecer personalmente muchísimo.
Y, ¿cómo creciste profesionalmente a través de tu estancia?
Me abrió las puertas de a lo que es ahora mi trabajo en MIT: me convertí en una investigadora, porque me enseñó a trabajar independientemente, pero también en grupo con mis compañeros de doctorado. Me enseñó a pedir becas y más becas; a colaborar con empresas, porque venían al instituto algunos visitantes. Incluso llegué a visitar la Agencia Espacial Europea para presentar un proyecto. Así que para mí, y siempre lo digo, estoy en MIT gracias a mi paso por Alemania.
¿Qué consejos darías a estudiantes e investigadores españoles?
Los animaría. Los animaría. Para mí Alemania es casi como mi país de adopción. Es donde crecí a nivel personal, crecí como profesional, y disfruté cada segundo de estar allí. He hecho amigos que todavía son amigos míos a día de hoy. Por ejemplo, este verano me fui de vacaciones con mi familia a Burdeos con una familia alemana, compañeros míos de doctorado. 25 años más tarde.
¡Qué bien! ¿Cuáles son tus planes de futuro ahora?
Estoy un poco en todas partes. Mi base es en Boston, pero estoy estableciendo colaboraciones con Alemania, con España, con Francia, con Argentina, con Chile en una nueva iniciativa global de MIT, el Global CoCreation Lab, que dirijo. Hasta estoy intentando aprender un poco de Chino para conectar también. Sólo trabajando conjuntamente podemos ganarle la lucha a la enfermedad *y encontrar soluciones a problemas médicos que todavía no están resueltos.
(**La Dra. Mercedes Balcells-Camps investiga en el campo de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y neurodegenerativas)
Muchísimas gracias, Mercedes.
Gracias. Quería acabar diciendo que las claves de mi éxito profesional han sido siempre una familia que me apoyaba siempre; una educación muy buena en el colegio y en la universidad, y la beca de la Caixa y del DAAD, que me abrió mis puertas de mi carrera global.